martes, 5 de julio de 2011

¿Hay filosofía en el fútbol?




Rodrigo Tabares Ruiz


Antes de resolver este interrogante es necesario aclarar qué es la filosofía y qué es el fútbol para luego establecer si existe relación entre ambos. Empecemos por lo primero, la filosofía en su concepción etimológica, viene del griego filos y sophia, significa “amor a la sabiduría”, sin embargo la filosofía va más allá de esta definición y su concepto ha cambiado a través de la historia. La filosofía se estructuró en Grecia bajo el sistema esclavista, como la única forma de ciencia que reunía todos los conocimientos que el hombre poseía acerca del mundo y acerca de sí mismo. Luego, gracias al desarrollo del conocimiento científico, las diferentes ciencias se separaron de la filosofía y se dedicaron a su objeto particular de estudio. Existen múltiples definiciones de filosofía, pero de manera general podemos afirmar que es la ciencia que además de ayudarnos a construir respuestas a los interrogantes que ha tenido la humanidad, nos brinda herramientas para reflexionar sobre el hombre y su esencia, para interpretar la realidad y transformarla.


Por su parte, el origen del fútbol se remonta al año 200 a.n.e, época en la cual en China se practicaba un juego con una pelota que era golpeada con los pies, al igual que en Grecia y Roma, aunque existen indicios de que los egipcios, antes que los chinos, practicaron un tipo de juego similar al fútbol, como un ritual para la fertilidad.


Sin embargo, fue en Inglaterra en el siglo XII cuando se empezó a jugar el fútbol, con reglas y un número de jugadores diferentes a los actuales; además la palabra fútbol viene del vocablo ingles football, que muchos traducen como balompié. En 1863 se creó en Inglaterra la primera Asociación de Fútbol conformada por los nacientes equipos de fútbol de ese país, con unas reglas que sirvieron de base para las actuales, y luego los colonos ingleses se encargaron de llevar esta disciplina a otras naciones, hasta convertirse en el deporte más popular del mundo.


A simple vista parece no existir vínculo alguno entre la filosofía y el fútbol; sin embargo, en el fútbol hay filósofos y filosofía, porque hay táctica, estrategia, teoría, reflexión, saber y conocimiento. Allí donde hay saber, aparece de inmediato la filosofía. Por ejemplo, existe un futbol pitagórico, basado en el orden geométrico dentro del campo, el cual privilegia la táctica por encima del talento y la estética. Hay idealismo futbolístico, representado por los directores técnicos que se empeñan en defender su sistema de juego contra viento y marea, pero también hay pragmatismo, es decir cuando solo se busca el resultado, sacrificando el arte del fútbol y la calidad de los jugadores, como el practicado por el colombiano Luis Augusto García.

También existe el fútbol maquiavélico, aquel que busca ganar a toda costa, como el caso del argentino Carlos Salvador Bilardo, cuya máxima expresión es la “mano de dios”, es decir el gol que le hizo a Inglaterra Diego Armando Maradona con la mano en los cuartos de final del mundial de México en 1986, en el cual Argentina salió campeona.


Existe el fútbol sartreano, encarnado en aquellos equipos con crisis de identidad, porque están en una situación similar a muchos seres humanos que no le que encuentran sentido a su existencia, sin saber muy bien cómo deben jugar, cuál debe ser su estilo, como sucede con la actual selección Colombia de mayores.


Pero también existe el fútbol que combina la estética con el resultado, como el practicado por Josep Guardiola con el Barcelona de España. Cuando en el futbol, sobre todo el europeo, se imponía la condición atlética, la velocidad y la potencia por encima del talento, Guardiola rescató el legado que dejaron los holandeses Johan Cruyff y Frank Rijkaard, y de manera dialéctica ha sabido combinar la táctica y la estrategia hasta alcanzar la belleza. El escritor checo Milán Kúndera, en un pasaje de su libro La insoportable levedad del ser, plantea que:”sin saberlo, el hombre compone su vida de acuerdo con las leyes de la belleza, aun en los momentos de más profunda desesperación”. En este sentido hay una frase atribuida al argentino Jorge Valdano, al que muchos califican de filósofo del fútbol: “Ganar queremos todos, pero sólo los mediocres no aspiran a la belleza”.

Vía: eldiario.com

1 comentarios:

Buscar el saber, accesar a la verdad. Son las prioridades del filosofo que ávido de la substancialidad de la sabiduría encausa su esfuerzo por gozar de la contemplación de la verdad. Con el ejercicio de la filosofía ocurre el develamiento de la esencia de los seres logrando el asombro del filósofo.
un gol filosófico.
http://sensacionaldefilosofos.blogspot.com/2008/03/filosofa.html

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