Alberto Terrones González – 16 de mayo de 2011
LA filosofía se comprende a sí misma como una posibilidad humana. La no-violencia es tanto su punto de partida como de llegada. El filósofo francés Éric Weil (en: Filosofía y violencia) refería que la violencia es la otra posibilidad humana irreductible al discurso; es su amenaza constante. La violencia es la interrupción del discurso por la fuerza bruta, por el uso del silencio o por el lenguaje no coherente. La filosofía, era y es todavía, una disciplina temida, porque ella enseña a la gente a pensar, reflexionar y discernir, esto es, ¡Si usted es un metafísico, usted es un sujeto peligroso!
Durango, y su comunidad académica universitaria, vivieron la pasada semana una intensa actividad de reflexión en las ideas y de una expresión libre del pensamiento en el 1er. Encuentro Regional de Filosofía de la Zona Norte con el tema del “Impacto de la Filosofía en el mundo actual”. Académicos e investigadores de la Universidad Juárez del Estado de Durango (UJED), y del Instituto de Estudios Filosóficos de Durango, A.C. dieron la bienvenida a estudiantes de filosofía y filósofos investigadores de diversas universidades e institutos filosóficos de todo México y de los Estados Unidos.
La Dra. en Filosofía Paulette Dieterlen Struck, quien ha sido Directora del Instituto de Investigaciones Filosóficas de la UNAM, fue quien inauguró este primer encuentro de filosofía. Como refiriera Mahatma Gandhi, “La miseria es una gran violencia”. Sobre este tipo de violencia la Dra. Dieterlen disertó sobre filosofía y la justicia distributiva, donde nos refiere sobre las ideas de Aristóteles donde él hablaba de la igualdad y el mérito que tenían las personas. Con referencia a lo dicho por el filósofo David Hume de que “si la escasez es lo absoluto no tiene caso el hablar de la justicia” (en: “Discursos políticos”), esto se asocia con el hecho actual de que si en México sólo se lleva a cabo un 2 o 3 por ciento de justicia ¡No hay más que decir!, en México no se hace justicia sino que se hace injusticia.
Parece, que la violencia es hoy día un tema no solamente recurrente o fundamental en el análisis social o político de nuestras vidas, de nuestras sociedades, y de la misma condición humana, sino que ha pasado a ser un “componente ya establecido en nuestras vidas”. Otra vez, regresando nuevamente al concepto de que “la violencia es la interrupción del discurso por la fuerza bruta, por el uso del silencio o por el lenguaje no coherente” podemos ver este tipo de violencia que se describe en esta descripción con lo sucedido cuando se violenta desde un gobierno del Estado a su propia Universidad; esto es otra manera de usar la violencia. Según los conceptos sobre las libertades de Ross sobre autonomía y bien primario (en: “The right and the good”) la falta de una autonomía que ha sido sustraída a la UJED como institución educativa ha empobrecido a toda una comunidad universitaria.
El poder reflexionar via el campo de la filosofía nos da la posibilidad de poder tener una introspección (que es una observación interna de los pensamientos, sentimientos o actos), donde el pensamiento debe haber avanzado lo suficiente como para que cualquiera pueda decir que aviento mi “cuerno de chivo” al piso tan pronto que comprendo varios significados como libertad, lo ajeno, el otro, vida, respeto, tranquilidad, país, es – en sí – una interrupción y rechazo de la violencia.
Desde la perspectiva del existencialismo del absurdo, Albert Camus (en: “El mito de Sísifo”), afirmando de la existencia de un solo problema filosófico: el suicidio. Donde cada uno cargaba con el peso de juzgar desde su absoluta, intransferible condición individual si la vida debía o no de ser vivida. Era éste, para Camus, el problema fundamental de la filosofía. Si bien implicaba un tipo de violencia -la violencia ejercida sobre sí mismo-, esa violencia funcionaba como respuesta a un problema filosófico sobre la existencia. Ahora, una nueva pregunta se daría desde esta perspectiva existencialista y, la pregunta fundamental de la filosofía es: ¿hay o no hay que matar?, decidir si hay algo que justifique suprimir la vida de otro ser humano es afrontar el problema fundamental de esta disciplina, saber de saberes que asume todas las preguntas y señala a las que dan fundamento y origen a las otras, que deberán deducirse de aquéllas, las preguntas iniciales.
Este congreso abrió las discusiones y reflexiones en lo referente a: “la libertad termina cuando el miedo entra”, “el OCDE estableció que México es un país con uno de los más grandes niveles de desigualdad”, “las instituciones políticas ven a las personas como medios y no como fines”, “estamos secuestrados con políticas públicas a cambio de votos”, “si no tenemos una identificación del IFE no existimos”, “la violencia se está convirtiendo en algo normal en el hombre”, “los gobernantes y su falta de moral”, etc.
La conferencia magistral fue dada por el Dr. en Filosofía Mauricio Beuchot sobre el tema de la filosofía analítica. Beuchot plantea hacer una hermenéutica analógica desde la experiencia mexicana, es decir, el hacer filosofía desde acá y para México; la filosofía y género, así como la filosofía para niños fueron también abordadas. La clausura de este congreso fue hecha por el Dr. en Filosofía e investigador de la UJED Alfonso Ávila del Palacio, quien hizo también la invitación de un segundo encuentro que se realizará en el año 2013 en el Estado de Chihuahua. El tema que hoy día es honda preocupación en México también será evaluado y profundizado en el mes de Octubre en la Ciudad de Toluca, cuando se lleve a cabo el Decimosexto Congreso Internacional de Filosofía con el tema de “Razón y Violencia”.
Vía: El Siglo de Durango
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