Alain Badiou y el 15-M: “una modificación brutal de la relación entre lo posible y lo imposible”.

En su sesión del 25 de mayo de 2011 de su seminario “¿Qué significa cambiar el mundo?”, el filósofo francés Alain Badiou hace alusiones directas al movimiento 15-M y aporta algunos conceptos y juegos de distinciones altamente precisos, pertinentes y orientadores para pensar lo que (nos) está pasando.

Heidegger, el enemigo filosófico número 1.

Una reflexión crítica sobre el pensamiento de Martín Heidegger y su compromiso político.

Michel Onfray Filósofo aquí y ahora [Documental subtitulado]

Documental del canal Arte, realizado en 2008 sobre la vida del filósofo.

La actualidad de Karl Marx [Podcast]

Jean-Philippe Jáze. Profesor-investigador del Departamento de Filosofía de la Facultad de Humanidades, UAEM, nos habla de la importancia del pensamiento de Karl Marx.

Esbozo histórico de la filosofía mexicana del siglo XX.

Un recorrido por los más importantes pensadores de la filosofía mexicana.

Sartre: "La edad de las pasiones". [Película con subtítulos en español]

Película en dos partes hecha para la televisión francesa en donde se aborda la vida de Sartre y su inseparable compañera Simone de Beauvoir en medio de la rebelión en Argelia, la oposición en contra de De Gaulle y su vida amorosa, pasando por su visita a Cuba y Rusia y sus manifestaciones políticas..

Foucault por sí mismo [Documental con subtítulos en español]

Documental que ofrece un panorama de algunos de los temas principales sobre los que reflexionó Michel Foucault a lo largo de su vida. Este panorama se construye a partir de las propias palabras del autor, puesto que el documental en su totalidad está conformado por la ilación de fragmentos de declaraciones de Foucault, de algunos de los cursos que dictó y de citas de sus textos.

Zizek! El documental [Subtitulado en español]

Documental Zizek! realizado por Astra Taylor y protagonizado por el escritor y académico conocido en todo el mundo como “el Elvis de la teoría cultural”, el esloveno Slavoj Zizek, donde se explora su trabajo y excéntrica personalidad.

lunes, 4 de julio de 2011

I Jornada de Filosofía Peruana y Latinoamericana inicia mañana en Lima.


I Jornada de Filosofía Peruana y Latinoamericana inicia mañana en Lima

La I Jornada de Filosofía Peruana se dará inicio mañana martes 5 de julio en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM) Este evento se llevará a cabo durante tres días y abordará temas como el pensamiento filosófico en el Perú, las tendencias actuales y sus antecedentes.

Como uno de los principales ponentes del Festival figura el reconocido filósofo Horacio Cerutti quien ha realizado investigaciones sobre las tendencias filosóficas en América Latina. Cerruti estará a cargo del primer conversatorio "La Filosofía en América Latina"

El miércoles 6 se expondrá sobre la obra de nuestro renombrado filósofo peruana Augusto Salazar Bondy a través de diversas ponencias. Además, se abarcarán temas sobre la filosofía propia del Perú y Latinoamérica.
El jueves 7, último día de la jornada, se le impondrá al doctor Horacio Cerutti la Medalla al Mérito de la Facultad de Letras y Ciencias Humanas de la UNMSM.

El ingreso a la jornada es libre y se llevará a cabo en el auditorio auxiliar de la Facultad de Letras y Ciencias Huamanas de la universidad San Marcos a partir de las 4 de la tarde (Andina).


Vía: larepublica.pe

sábado, 2 de julio de 2011

Por otra parte, Derrida. [Documental con subtítulos en español]


En 1999, Safaa Fathy estrenó D'ailleurs Derrida (Por otra parte, Derrida) una película que se sitúa a medio camino entre el retrato biográfico y la escenificación fílmica de algunas de las claves del pensamiento de Jacques Derrida. D'ailleurs Derrida está acompañada de un libro, Touner les mots. Au bord d'un film, co-escrito por Safaa Fathy y el propio Derrida. Rodada en distintos espacios de cuatro países (Argelia, España, EE.UU y Francia) que están vinculados -directa o indirectamente- a la vida del autor de Márgenes de la filosofía, la película de Safaa Fathy pretende explorar la relación que existe entre la biografía de Derrida y su trabajo.







Vía: doclecticos.blogspot.com


Jacques Rancière. El espectador emancipado. [Reseña]







«El que ve no sabe ver»: esta presuposición atraviesa toda nuestra historia, desde la caverna platónica hasta la denuncia de la sociedad del espectáculo. La encontramos tanto en el filósofo que quiere que cada uno se quede en su lugar como en los revolucionarios que quieren arrancar a los dominados de las ilusiones que los someten. Algunos emplean sutiles explicaciones o instalaciones espectaculares para mostrar a los ciegos lo que no ven. Otros quieren cortar el mal de raíz transformando el espectáculo en acción y al espectador, en hombre activo.

Los estudios aquí reunidos oponen a esas dos estrategias una hipótesis simple: el hecho de ver no implica su invalidez; la transformación en espectadores de los que estaban destinados a sufrir las imposiciones y las jerarquías de la acción ha podido contribuir a alterar las posiciones sociales; y la denuncia del hombre alienado por el exceso de imágenes ha sido, de entrada, la respuesta del orden dominante a ese desorden. La emancipación del espectador es entonces la afirmación de su capacidad para ver lo que ve y para saber qué pensar y qué hacer de ello.

Examinando algunas formas y debates del arte contemporáneo, este libro intenta responder a las siguientes preguntas: ¿qué entender por arte político o política del arte? ¿En qué punto nos encontramos respecto a la tradición del arte crítico y respecto al deseo de introducir el arte en la vida? ¿Cómo se ha convertido la crítica militante de la mercancía y de la imagen en la afirmación melancólica de su omnipotencia o la denuncia reaccionaria del «hombre democrático»?"


Un capítulo disponible aquí

Encuadernación: Rústica Solapa Enlace


Filosofía y educación de la humanidad.





VÍCTOR GÓMEZ PIN


Hace cinco años la Conferencia General de la Unesco instituyó el día mundial de la filosofía, y este año, en la sede parisiense de la organización, los actos arrancan mañana con un debate en el que se reivindica la potencialidad de esta disciplina, concretamente en el combate por hacer compatible la diversidad de las culturas con irrenunciables exigencias de universalidad. La Unesco viene desde hace años instando a otorgar a la filosofía un papel en la formación general de la ciudadanía, empezando por conferirle un mayor peso en la enseñanza secundaria y hasta primaria.


El ideario humanista denuncia todo aquello que coarta el potencial de riqueza espiritual del ser humano

Y alguno se preguntará: ¿en razón de qué la filosofía? La carencia en los programas educativos afecta a múltiples disciplinas científicas o humanísticas, y la propia filosofía está interesada en denunciarla. Interesada, por ejemplo, en que se fortalezca la enseñanza de la matemática pura o de la música, materias vinculadas a la filosofía desde el origen y de las que nunca puede prescindir. Y, sin embargo, la filosofía reivindica una singularidad en el seno de las disciplinas del espíritu, en razón de que, aunque tenga sus dominios de especialización, la filosofía no apunta a alcanzar un sector específico del saber, sino un saber de cuya ausencia se queja implícita o explícitamente todo ser humano, un saber que a todos concierne.



La filosofía tiene emblema en la declaración con la que Aristó-teles abre su Metafísica, según la cual se da en todos los seres humanos un deseo desinteresado de conocimiento. Y ello en razón de que la facultad de lenguaje y la capacidad de razonar constituyen la expresión mayor de nuestra especificidad en el seno del mundo animal. La tendencia a fertilizar estas capacidades es, pues, la forma que adopta en nosotros la pulsión de todo animal a realizar plenamente su naturaleza específica, siendo tal tendencia lo que cabalmente recibe el nombre de filosofía, disposición emparentada a la que lleva al arte y a la ciencia, en los que la filosofía reconoce común origen, y en los que encuentra fundamental alimento.



Que Aristóteles tenga o no razón, que quepa o no atribuir a la naturaleza humana como tal una predisposición a la lucidez, se convierte entonces en una cuestión central que concierne, entre otras cosas, a la educación, lo que llevó hace 10 años en Boston a dar al cíclico congreso mundial el título de La filosofía educadora de la humanidad. Afirmar o negar la universalidad de la filosofía es casi una cuestión de confianza en una común disposición de los seres de razón, disposición que sería consecuencia de la riqueza esencial del lenguaje, más allá de las diferencias contingentes que separan a pueblos, culturas y civilizaciones. Incluso más allá de la diferencia entre adultos y niños. Esta pretensión de universalidad plantea obviamente el problema del lugar institucional en el que ha de enmarcarse la filosofía.



Es muy antiguo el debate sobre si la filosofía ha de practicarse allí mismo donde se realiza el trabajo científico o artístico, o debe seguir teniendo anclaje en una facultad específica. Una alternativa válida sigue siendo, a mi juicio, la propuesta kantiana de un departamento de filosofía que, siendo administrativamente uno entre otros, constituyera, sin embargo, "toda la Universidad". Ello pasa naturalmente porque la filosofía esté abierta al trabajo especializado, concretamente al científico.



La filosofía se reconoce en interrogaciones elementales de las cuales surge la necesidad de análisis de fenómenos, descripción de los mismos, y eventual ordenación en conjuntos, a todo lo cual denominamos ciencia. De la ciencia pueden surgir problemas teóricos, que no conciernen directamente a lo que se planteaba en el origen de la misma. Mas también puede ocurrir que la reflexión de la ciencia sobre sí misma enlace directamente con lo que desde el principio se formulaba, y entonces estamos de lleno en la filosofía. Este es exactamente el caso de la mecánica cuántica, disciplina que subvierte alguno de los principios que (desde el pensamiento primitivo hasta Einstein) han sido la base de nuestra concepción de la naturaleza, lo que aboca irremediablemente al físico a convertirse en metafísico. Y el filósofo que con el científico se reencuentra ha de estar en condiciones de dialogar efectivamente con él, sin que la dificultad técnica pueda eximirle al menos de un esfuerzo para estar en condiciones de determinar aquello que en las interrogaciones del científico le concierne directamente.



Un último apunte: si la filosofía tiene pretensiones de universalidad, si se aspira a la "filosofía como educadora de la Humanidad", entonces es imprescindible preguntarse por qué tiene tan liviano peso en la formación básica de los ciudadanos. La verdadera causa de la ausencia de universalidad de la filosofía no puede ser sino de orden social. En condiciones materiales en las que la lucha por la subsistencia sigue siendo el primer imperativo, no hay posibilidad de educación general conforme a la exigencia filosófica. Por ello, la filosofía tiene efectivamente un carácter militante, en consecuencia con el ideario humanista que ve en cada ser humano un potencial de riqueza espiritual y denuncia todo aquello que coarta esta potencialidad.



Víctor Gómez Pin es catedrático de la Universidad Autónoma de Barcelona e investigador en la Universidad París-Diderot.

Vía: colectaneamasonica.blogspot.com

viernes, 1 de julio de 2011

Ecocinismos. La crisis ecológica desde la perspectiva de la filosofía cínica. [Reseña]







CARLOS GARCÍA GUAL


Hace tiempo que P. Sloterdijk analizó en su Crítica de la razón cínica el mordaz ataque a la cultura de los antiguos cínicos y su agudo contraste con el cinismo moderno. J. A. Cuesta vuelve a recordar a los antiguos cínicos para invitarnos a una reflexión a fondo sobre las hondas crisis, éticas y económicas, provocadas por la civilización actual del consumo y el capitalismo desenfrenado. Es una propuesta incisiva, original y de interés actual. El naturalismo de los cínicos, en el sentido antiguo del término, puede bien conectar con una visión ecológica opuesta a los excesos de un progreso tecnológico y capitalista que no sólo está arruinando la naturaleza, sino que acentúa la miseria de muchas gentes en nuestro mundo.

Este ameno ensayo ofrece, con claridad bien argumentada, una exposición del vivaz cinismo griego y su instrumental filosófico como un ariete de impulso revolucionario. Resulta, en efecto, una proyección utópica; pero aquí se evoca el cinismo como un revulsivo y no una imposible panacea, y el epílogo subraya bien las insuficiencias de esa filosofía, tan individualista y anárquica, que convendría reorientar para una ecocrítica adecuada a nuestra sociedad y su entorno. El mundo griego antiguo era muy sencillo e ingenuo en contraste con el incomparable progreso y complejidad del nuestro.

Aun así es muy atractiva la evocación del desafío ejemplar de los cínicos griegos, Diógenes y su pandilla, maestros del sarcasmo y la provocación contra las pompas y trampas de la civilización. Cuesta apunta que "la tradición filosófica no debe ser una pieza inerte de museo, sino que debe servir para reinterpretar nuestro presente con una mirada distinta y para actuar sobre él en consecuencia". ¡Ojalá!

Ecocinismos. La crisis ecológica desde la perspectiva de la filosofía cínica

José Alberto CuestaEnlace

Biblioteca Buridán. Barcelona, 2011

454 páginas. 25 euros

Vía: ElPais.com

Lo que Hegel dijo antes de morir


Antonio Martínez


Desde hace años recibo mensualmente el boletín de la barcelonesa Librería Fontana, que ofrece a sus clientes, vía correo ordinario y a muy buen precio, libros descatalogados y de restos de edición. Este mes pedí uno que me pareció muy interesante: Diccionario de últimas palabras, de Werner Fuld. Se trata de una recopilación de lo que dijeron -o se cree que dijeron- personalidades de la historia, el arte y la cultura antes de morir. Como se comprenderá, un tema que -al igual que el de los epitafios-, desde varios puntos de vista, puede resultar apasionante.

Pues bien: he ido a Correos esta mañana y lo he abierto enseguida al llegar a casa. Y, hojeándolo por encima, me he topado con las últimas palabras que se atribuyen a Hegel, aquel filósofo de expresión críptica y abstrusa, y con una fama tan universal de ser difícil de entender. Pues bien: resulta que, según Werner Fuld, autor del libro que comento, en su lecho de muerte Hegel dijo: “Únicamente una persona me entendió una vez”, y, tras una pausa añadió, resignado: “E incluso ésta no fue a mí a quien entendió”.

Y bueno: ¿qué es concretamente lo que quiero decir en este post y a propósito de tales palabras? Pues muy sencillo. Resulta que, hace unos años, estando en la biblioteca del Seminario de Murcia, me encontré, en un manual divulgativo de Historia de la Filosofía de las viejas Enciclopedias de Gassó, la misma anécdota, pero narrada de manera ligeramente distinta. Según recuerdo claramente, el autor de aquel libro contaba lo siguiente: “Estando Hegel en su lecho de muerte y rodeado de sus discípulos, señaló a uno de ellos y dijo con voz desfalleciente : ‘Éste, éste es el único que me ha entendido’. Y entonces, acto seguido, añadió: ‘…pero no me ha entendido bien’ “.

¿Qué diferencia existe entre ambas versiones de aquel episodio? Pues, a mi modo de ver, que la de aquel libro de Gassó está contada de manera mucho más eficaz, elegante y plástica, y con más fino sentido del humor que la de Werner Fuld: por una parte, nos presenta a un grupo de afligidos discípulos rodeando la cama del venerado maestro; y, luego, a un Hegel que, hasta el último suspiro, insiste en que ni siquiera su seguidor más aventajado ha conseguido desentrañar realmente el significado de su filosofía. En cambio, el señor Fuld nos transmite un relato sin esprit y sin gracia. E incluso lingüísticamente defectuoso: “Únicamente una persona me entendió una vez”, “e incluso ésta no fue a mí a quien entendió”. ¿No se da cuenta también el lector de lo desmadejado e insulso que se nos presenta aquí el uso de la lengua?

Por supuesto, lo que comento puede ser problema de la traducción; pero yo me inclino por otra hipótesis. Y es que, hojeando el libro de Fuld, he podido comprobar el tono ligero, irónico y muy posmoderno que el autor ha imprimido en su obra. Lo cual, en mi opinión, no casa en absoluto con el asunto del que se ocupa. Pero es que ya decía Lipovetsky que la posmodernidad, para evitar reflexionar sobre los abismos del mundo, elige con frecuencia el camino del “sentido del humor” que ayuda a no pensar sobre el significado profundo de las cosas. Es -creo- lo que hace aquí Fuld: en un tema que se prestaba a una profunda seriedad -que no excluye, por supuesto, rasgos de humor-, tratarlo de manera eminentemente ligera. El defectuoso uso de la lengua -puede que en gran parte imputable al traductor- forma parte de esta menesterosidad cultural que hoy nos rodea por doquier.

Allá por la década de 1950, el licenciado en Filosofía -así se presentaba- que redactó esa Enciclopedia de Gassó nunca se hubiera expresado de una manera tan objetable como el señor Fuld. Y he aquí un símbolo de lo que hemos perdido, en el espacio de treinta o cuarenta años, en el mundo de la cultura: de una elegancia clásica en la expresión hasta la fealdad literaria tan frecuente en nuestros días. Lo cual es, por cierto, signo de otros muchos fenómenos degenerativos que actualmente espantan a cualquier persona con un mínimo de sensibilidad.

Lo que Hegel y tantos otros dijeron antes de morir es, sin duda, un tema de gran interés. Y nuestra manera de contarlo revela el estado de nuestra capacidad, hoy tan maltrecha, para percibir la belleza de las palabras y de las cosas. Y, en último término, de nuestra capacidad para decir algo que valga la pena cuando también a nosotros nos llegue el momento de morir.


Vía: bajoelsoldemedianoche

"Tiempo y sujeto. Después de Heidegger". [Podcast]




Heidegger es el gran filósofo de la destrucción del individuo racional como lo ha asentado la modernidad. ¿Tenía razón? Pilar explica en COPE que no la tiene puesto que destruir el sujeto es destruir toda la historia de la filosofía. En realidad, opina la autora de este libro, el sujeto de la modernidad no ha sido del todo explorado. Puesto que el segundo Heidegger ha conducido a una socieda nihilista, su propuesta es ir más atrás de Heidegger, que no ha dicho la última palabra sobre la modernidad. De hecho, el sujeto que critica el filósofo está construido por él mismo, un sujeto que fue perdiendo su mundo, su vida cotidiana, sus formas y colores: la deconstrucción del sujeto.

La tesis de Fernández Beites es recuperar lo más auténtico de la subjetividad, un sujeto que va más allá de sí mismo y vive su relación con gente que le trasciende la propia existencia. Cuando se admite la subjetividad, expone Pilar, es un problema mostrar cómo se accede al otro que, en el fondo, es un ser trascendente, irreductible en su trascendencia, sólo se puede decir que no hay el problema de acceso al otro cuando el otro se ha convertido en una parte del mundo manejado por otros.

De ahí la conexión de este tema hasta nuestros días: saber lo que es el sujeto es saber quién soy, no nos podríamos entender sin saber qué es sujeto o sin saber que hay el mundo y los otros. Si no sabemos de nosotros mismos siempre habrá alguien interesado en que no sepamos por nosotros mismos que nos hará creer que nuestra subjetividad es la satisfacción de bienestar material, por ejemplo. "Y esto sería permitir que la vida mía la vivan otros", concluye la autora, "al perderse todo espíritu crítico y no tomar posición respecto a las cosas".

La clave de este libro, por tanto, es que seamos sujetos de nuestro destino y decidamos por nosotros mismos.







Vía: www.cope.es

"Entre Fenomenología y Hermenéutica. Franco Volpi in memoriam". [Reseña]



La editorial Plaza y Valdés publica el libro Entre Fenomenología y Hermenéutica. Franco Volpi in memoriam, editado por Francisco de Lara.

...

Se trata de un volumen colectivo dedicado a la problemática relación de la fenomenología y la hermenéutica que cuenta con la participación de algunos de los más importantes investigadores actuales del mundo académico hispano en esos ámbitos.
Además, la obra sirve de homenaje a Franco Volpi, cumpliéndose los dos años de su fallecimiento, e incluye, junto a un texto del propio Volpi sobre Heidegger, un escrito de Jean Grondin sobre el investigador italiano a modo de prólogo.
Francisco de Lara, editor de esta obra, comenta en su introducción el contenido del libro del siguiente modo:
"Los trabajos que aquí recopilamos se adentran en algún aspecto de eso que ha llegado a verse como un campo de estudio asegurado, pero que más bien parece ser un arco en problemática tensión: el que se forma al intentar hacer conjunción de la fenomenología «y» la hermenéutica. La particularidad de Heidegger consiste tanto en haber tensado ese arco como en haber abandonado después su propio intento, tan fructífero para otros. Por ese motivo, Heidegger aparece a menudo en los siguientes ensayos y es su interlocutor principal, junto con Gadamer.
"Los trabajos aquí incluidos pueden dividirse en cuatro bloques, tantos como momentos es posible diferenciar en este intento de concebir la filosofía como fenomenología hermenéutica. En primer lugar, los trabajos del propio Franco Volpi, Luis Eduardo Gama y Ramón Rodríguez presentan tanto el carácter inicial del proyecto heideggeriano como alguno de sus elementos clave (ante todo, la indicación formal). A continuación, los trabajos de Ángel Xolocotzi y Alfredo Rocha muestran el camino por el que Heidegger va abandonando esa pretensión inicial. Seguidamente, Jean Grondin y Alejandro G. Vigo exponen la original recepción que Gadamer hace de este proyecto. Por último, Francisco de Lara y Arturo Leyte discuten esta postura y la muestran desde otra luz, respectivamente. Todo ello va prologado por la semblanza que Jean Grondin escribió en ocasión de la muerte de Volpi."

La página web de la editorial Plaza y Valdés ofrece (en formato PDF) el índice, la introducción y el prólogo de este volumen:
Vid. Índice de: Entre Fenomenología y Hermenéutica. Franco Volpi in memoriam.-
Vid. Introducción de Francisco de Lara.-
Vid. Prólogo de Jean Grondin: Franco Volpi (1952-2009). La trágica muerte de un joven titán.-

Vía: alea-blog.blogspot.com

Bailar mientras se piensa




Silvia Hopenhayn


Negro sobre blanco no es lo mismo que blanco sobre negro. Decir "negro sobre blanco" es una manera de referirse a la escritura, a las letras impresas sobre la página en blanco. Pero blanco sobre negro es una ventana en la oscuridad. El punto blanco en una trama negra es un asomo de luz en la página ignota.

Así son las tapas de la novedosa colección Pensamientos locales, de la editorial Quadrata. Todas negras, con grandes títulos calados en blanco, por donde emergen sus temáticas. A su vez los títulos son nombres propios. Mayúsculos. Se trata de filósofos o más bien pensadores, de todos los tiempos. Algunos de ellos: Spinoza, Bergson, Nietzsche, Kierkegaard, Freud, Wittgenstein, Sartre, Benjamin, Heidegger. Lo valioso de esta publicación está más acá de la obra de los pensadores mencionados. La intención es traslucir un pensamiento universal a través de la mirada local. A cada uno de los autores le corresponde un autor-intérprete (por decirlo de algún modo) local. Por ejemplo, Sartre por Sara Vassallo; Spinoza por Diego Tatián, y Nietzsche por Gustavo Varela.

Los intelectuales argentinos son propensos a deglutir lo ajeno, pero lo devuelven enriquecido. Estos angostos libros negros ofrecen itinerarios para adentrarse en la obra de los filósofos con el gusto de quienes los leyeron a fondo. Una especie de brindis, con fondo blanco, del saber. No es una mediación meramente didáctica o sesuda. Es una forma de compartir una lectura como forma de vida.

De allí que los directores de esta colección, Ariel Pennisi y Adrián Cangi, festejen una forma específica y autóctona de creación teórica e incluso imaginaria. En cada uno de los libros exponen en una página, siempre la misma, la voluntad deseante de esta publicación que apunta a ensayar el pensamiento, como lo hacían Foucault o Deleuze en la Universidad de Vincennes en los años 60, pero también los griegos en el Agora. No en función de una doctrina, es decir, un sistema de postulados, sino abiertos al oleaje, al fundamento activo.

Dicen los editores: "Imaginamos una colección popular de filosofía en la tradición del ensayo. el ensayo de intervención que no sólo se contenta con la precisión de los saberes sino que discute experiencias".

Es muy bello el abordaje que realiza Silvio Mattoni (poeta, ensayista y excelso traductor) en su introducción al libro sobre Bataille. Como él mismo lo advierte, "leer a Bataille no es un aprendizaje, es una experiencia"; bastante parecido a la poesía (ver capítulo "El gasto o la poesía"). Su propuesta apunta a un orden simbólico no tan ordenado, "que los sentidos bailen", allí donde "las palabras no se resignan al aislamiento de un sentido determinado".

No está mal que a los lectores los saquen a bailar. Es una forma de perpetuar el goce de la lectura junto con la aventura del entendimiento.


Vía: lanacion.com

Share

Twitter Delicious Facebook Digg Stumbleupon Favorites More