Por Daniela Pastrana
MÉXICO, ago (IPS) - "Es un crimen que el Estado renuncie a los aspectos humanísticos en la educación", dijo el filósofo Gabriel Vargas Lozano, al criticar la reforma del sistema impuesta por el gobierno de México, que incluyó la eliminación de las materias filosóficas de los programas del bachillerato.
La Reforma Integral a la Educación Media Superior, también conocido como bachillerato y que abarca los tres últimos años de los seis de enseñanza secundaria, unificó en su contra a la comunidad filosófica.
Es que cambió las tradicionales asignaturas ética, lógica y estética por otras de "contenidos filosóficos" como "construcción de ciudadanía".
Más de 250 filósofos y otros intelectuales locales y del exterior firmaron un documento de rechazo de la reforma dirigido al presidente de México, el conservador Felipe Calderón, al ministro de Educación, Alonso Lujambio, y a los diputados y senadores.
"Nuestro país requiere una educación sólida, equilibrada de la técnica, la ciencia y las humanidades para lograr que los jóvenes se preparen adecuadamente para los retos del futuro y al margen de la violencia que hoy nos embate", se indica en la carta hecha pública el 8 de este mes y firmada por el estadounidense Noam Chomsky, el argentino Mario Bunge y los mexicanos Luis Villoro Miguel y León Portilla, entre otros.
El tema, empero, fue desplazado del debate público debido a hechos de violencia que sacudieron al país en las últimas semanas, como el cruce de balazos afuera de un estadio del norteño estado de Coahuila, en momentos en que la televisión transmitía un partido de fútbol, y el incendio provocado por un grupo criminal en un casino en la nororiental ciudad de Monterrey, que mató a 52 personas.
"La educación debe ser un tema que esté en el centro de la atención nacional, tanto como la economía o la violencia", dijo a IPS el director del Instituto de Investigaciones Filosóficas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Guillermo Hurtado.
La UNAM, la universidad estatal más grande del país, es responsable del grueso de los alumnos de bachillerato de la capital mexicana a través de los institutos de nivel medio superior bajo su administración. Con base en su autonomía, rechazó sumarse a la reforma, que, empero, ya se aplica en el resto de los subsistemas dependientes del Ministerio de Educación en todo el país.
El ministerio del área certifica otros 16 subsistemas o tipos de bachillerato de carácter autónomo, que incluyen también centros de enseñanza tecnológica, preparatorias privadas y escuelas rurales. La reforma plantea, precisamente, también crear un sistema nacional que homologue a todos con un programa de estudio común, mucho más orientado a lo técnico.
"Los jóvenes de estos subsistemas también tienen derecho a recibir una educación que les proporcione herramientas para tener un aparato crítico, más allá de la reparación técnica", señaló a IPS José Alfredo Torres, profesor del Colegio de Bachilleres, donde ya se aplica la reforma.
En 2012, México tendrá el bono demográfico (crecimiento de cantidad de jóvenes) más alto de su historia, según las estimaciones del estatal Consejo Nacional de Población.
De los 6,8 millones de mexicanos y mexicanas que hoy tienen entre 16 y 18 años (edad de bachillerato), 2,9 millones están fuera del sistema escolar, mientras que 600.000 de los matriculados desertan cada año, según los datos más actuales del Ministerio de Educación.
Eso pone a la enseñanza media en primer lugar en deserción escolar en el país, pues cuatro de cada 10 jóvenes que inician el ciclo no lo terminan. La Encuesta Nacional sobre Discriminación en México 2010 muestra que casi 42 por ciento de los adolescentes que dejaron de estudiar lo hicieron para trabajar.
Esta reforma educativa impulsada desde 2009 por el gobierno de Calderón busca homogeneizar los planes de bachillerato y adecuarlos a las necesidades del mercado laboral. Para ello eliminó ética, lógica y estética, sustituyéndolas por "construcción de ciudadanía".
Las autoridades insisten en que es un tema de pertinencia, para vincular la academia a las necesidades de los empleadores, pero que no se pretende eliminar la filosofía como tema de estudio, pues sino por el contrario, hacerlo "transversal a todas las materias".
"Es como si nos dijeran que la educación física es tan importante, que ya no será necesario que los chicos en la escuela tengan una clase especial impartida por un preparador físico y que, por eso, la van a tener repartida en todas las clases cuando hagan ejercicio para alzar la mano o levantarse al pizarrón", dijo, irónico, Hurtado.
Académicos mexicanos, que crearon el Observatorio Filosófico de México para aglutinar las acciones de rechazo a la reforma, explicaron que las autoridades firmaron en 2009 un acuerdo secretarial (el 488) en el que establecieron que no habría cambios a los programas. Sin embargo, ese acuerdo hoy es letra muerta, afirmaron.
Hurtado lamentó que en la cobertura de prensa que se hace al ministro de Educación se preste más atención a sus pretensiones presidenciales que a los temas sustantivos de la enseñanza en un contexto de emergencia por la violencia, que ya dejó en el país más de 40.000 personas muertas, 10.000 desaparecidas y 700.000 desplazadas de sus hogares desde diciembre de 2006, según cálculos oficiales y de organizaciones civiles.
El reclutamiento de adolescentes para las bandas criminales es un fenómeno que en el último año escandalizó a los mexicanos, con casos de niños involucrados en secuestros o asesinatos.
La Segunda Encuesta Nacional sobre Exclusión, Intolerancia y Violencia en Escuelas Públicas de Educación Media Superior, en 2009, dio que 38 por ciento de los estudiantes consultados perciben la escuela como un lugar peligroso.
"Estamos viviendo una crisis sin precedentes en el país y es terrible que los jóvenes carezcan de una formación humanística", señaló a IPS Carmen Trueba, vicepresidenta de la Asociación Filosófica de México.
Para Vargas Lozano, coordinador del Observatorio Filosófico, la reforma se enmarca en una política educativa empresarial que busca eliminar la enseñanza humanística. "¿Cómo vas a hablar de valores si eliminas la materia de ética?", graficó.
"El primer cañonazo que derribó el muro de las humanidades fue en 2008, cuando se planificó la reforma, y el segundo es el que está empezando ahora", comentó el filósofo. (FIN/2011).
Vía: ipsnoticias.net
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